Este martes, 19 de noviembre, en un análisis sobre excarcelaciones y derechos humanos en Venezuela, especialistas de la red de Mujeres especializadas en seguridad y defensa Amassuru, abordaron el impacto psicológico de las detenciones de menores de edad en el contexto postelectoral.
En un Space transmitido por la red social X, la coordinadora de Investigación de Una Ventana a la Libertad, Magaly Huggins; la fundadora de la ONG “No permitas malos tratos”, Mayela Carrillo y la psicóloga clínico Mary Sánchez, coincidieron en que todos los detenidos por motivos políticos, específicamente luego de las cuestionadas elecciones del 28 de julio, “van a necesitar ayuda psicológica”.
Según cifras del Observatorio Venezolano de Prisiones (OVP), hasta la mañana del domingo 17 de noviembre, fueron excarcelados 10 de los 69 adolescentes detenidos por participar en las protestas postelectorales. Cabe recordar que el pasado viernes 15 de noviembre el fiscal designado por la Constituyente de 2017 y ratificado por la AN de corte oficialista, Tarek William Saab, informó que solicitó ante los tribunales la revisión de 225 casos . En declaraciones a la cadena de noticias CNN en Español aseguró que fueron “otorgadas y ejecutadas” todas las medidas, cifra que contrasta ampliamente con el balance que lleva la ONG Foro Penal Venezolano (FPV), cuyo director y presidente, Alfredo Romero, reveló el pasado 18 de noviembre que, hasta ese momento, contabilizaban 143 excarcelaciones.
Magaly Huggins, quien además es magíster en Criminología y doctora en Estudios del Desarrollo, explicó que con la detención de adolescentes y adultos se marcó un hecho inédito en la historia del país que no solo dio paso a la criminalización de la protesta sin importar edad ni género, sino que también corroboró que “los derechos humanos pasaron a ser una retórica y no una realidad”.
Impactos del encarcelamiento forzado
A juicio de la psicóloga clínico Mary Sánchez, uno de los impactos del encarcelamiento forzado de estos menores de edad es la exaltación de la indefensión o desesperanza aprendida, donde en contextos adversos, la voluntad y el modo de actuar “queda prelado y queda determinado por otras personas”.
La especialista destacó la diferencia entre la indefensión aprendida que puede experimentar un adolescente y un adulto. Puntualizó que, en el caso de los menores, “hay una vulnerabilidad psicológica propia que está en pleno desarrollo de su personalidad, y hay un elemento asociado al control de sus impulsos”.
“Cuando yo voy creciendo puedo poder tomar decisiones utilizando la racionalidad, pero cuando soy un adolescente, me suprimen el derecho a actuar y me limitan el modo de relacionarme y estar en un contexto específico, como en una cárcel, la indefensión aprendida va a aparecer y se va a convertir en un trauma psicológico en algunas ocasiones”, explicó Sánchez.
La psicóloga agregó que no solo el adolescente encarcelado es víctima de indefensión aprendida, también sus familiares la sufren, por lo que recomendó atención psicológica para todos los miembros familiares.
Mary Sánchez indicó que se deben tomar en cuenta las diferencias individuales que tiene cada persona, pues afirma que no todos son impactados de la misma manera.
“Hay personas que pueden presentar síntomas agudos una vez que hayan salido, hay otras personas que van a necesitar cierto tiempo para procesar lo vivido y hay personas que, en ocasiones, van a tener que ser observadas en cuanto a conductas de habitación y aislamiento en el caso de adolescentes. Algunos requerirán atención a mediano y largo plazo para poder ayudarlos a procesar lo que está pasando”, dijo.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define al estrés postraumático como una condición de salud mental que puede desarrollarse después de la exposición a un evento traumático, como guerras, desastres naturales, violencia sexual, accidentes graves, entre otros. Entre los síntomas que pueden experimentar los afectados están los recuerdos intrusivos, evitación de situaciones que recuerden el hecho y cambios anímicos y de comportamiento.
Sobre el estrés postraumático, Mary Sánchez afirma que las personas detenidas han sido sometidas a un “estrés agudo”, lo que puede llevar a un “daño psicológico” que va desde tener pesadillas recurrentes, miedo y ansiedad, pero en otros casos, donde las personas no pueden superar el hecho, pueden presentarse colapsos nerviosos e ilusiones suicidas.
Desafío familiar
Para la fundadora de la ONG No Permitas Malos Tratos, Mayela Carrillo, es necesario comprender y apoyar al adolescente en todo momento.
Indicó que cuando una víctima ha salido de un hecho traumático, es probable que aún no esté consciente de lo que está ocurriendo, por lo que considera necesario que “todos los familiares respeten el dolor”.
“Es importante estar pendiente de lo que sienten, buscar la ayuda en cualquier medio. Es necesario, para recuperarse del evento traumático darle una resignificación a toda esta experiencia que fue cruel, que fue dañina, no solo para la persona de manera individual, sino para todo su entorno”, recomendó.
Para evitar la revictimización, Mary Sánchez coincidió con Carrillo en que el acompañamiento es fundamental en estos casos, pero se debe saber escuchar, evitar juzgar, respetar el silencio y el dolor, no colocar calificativos y evitar preguntas detalladas sobre el hecho. Estas son algunas de las prácticas que deben estar presentes.
En estas situaciones de detenciones arbitrarias también se ha producido el estrés vicario, que según explicó la psicóloga Mary Sánchez, lo sufren principalmente los familiares que observan el sufrimiento del ser amado. Estas personas manifiestan síntomas y malestares emocionales.
Sánchez advirtió que tanto psicólogos como profesionales de la comunicación se verán afectados por el “rol del testigo silente”.
“Los hechos de dolor e injusticia que vemos en redes sociales o leemos en reportajes, y no podemos hacer nada al respecto, nos pueden llevar a desarrollar un trauma vicario”, finalizó.
menores
Noticias en Maracaibo
NOTICIA DESDE: AQUI
CON LA NOTICIA PRIMERO!