Los últimos años han sido de lo más convulsos para Joana Sanz. A principios del pasado año, su madre fallecía de manera casi repentina y, en la misma semana, su marido, Dani Alves, era encarcelado acusado de violación a una joven en una discoteca de Barcelona. De hecho, allí ha pasado más de un año.
Por eso, la modelo ha querido celebrar este año su aniversario por todo lo alto. La tinerfeña ha organizado este domingo 9 de junio (el mismo día que llegó al mundo hace 32 años) una fiesta con una temática de lo más sorprendente: los dibujos animados ‘Doraemon’.
Como no podía ser de otra manera, Joana ha estado acompañada del exjugador del FC Barcelona. Y es que, además, ambos se han propuesto disfrutar al máximo de su libertad provisional, a la espera de que se resuelvan los recursos de las distintas partes involucradas en su juicio.
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Y eso que tuvo algún que otro ‘problemilla’ para llegar. El carioca llegó acompañado de su inseparable amigo Bruno con el que, de hecho, estaba la noche de los hechos y en el asiento del copiloto. Una vez se ha bajado del coche, se ha podido ver que llevaba muletas, lo que le impedía conducir.
Lo que no se sabe, por el momento, es qué le ha podido suceder a Dani Alves. Aunque, eso sí, parece ser algo muy leve, pues no llevaba escayola y parece que tampoco ningún tipo de vendaje. Quizá con el tiempo pueda saberse algo más.
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