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Los simulacros aumentarán «la presencia y las actividades de los aliados en el mar, el aire y la tierra», explica el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas de Defensa del país.
Este lunes arrancan en Estonia los ejercicios militares llamados Pikne (‘relámpago’), que forman parte de la Actividad de Vigilancia Brilliant Eagle de la OTAN, centrada en la rápida capacidad de despliegue y la interoperabilidad de los aliados en la región del mar Báltico.
Según el Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas de Defensa de Estonia, los simulacros aumentarán «la presencia y las actividades de los aliados en el mar, el aire y la tierra» en el noreste de la nación e incluyen a casi 2.000 participantes del país anfitrión, Letonia, EE.UU., Francia y el Reino Unido.
«El objetivo del ejercicio, dirigido por la División Estonia, es practicar el despliegue rápido de refuerzos y la cooperación entre las fuerzas francesas, británicas y estonias. Las Fuerzas Armadas francesas llevarán a cabo una operación de despliegue rápido en Estonia por vía aérea, seguida de maniobras multinacionales conjuntas en tierra, aire y mar para practicar las actividades previstas en nuestros planes», explicó el comandante de la división, Indrek Sirel.
Durante el ejercicio, que se lleva a cabo del 2 al 15 de diciembre principalmente en el norte y noreste de Estonia y en el golfo de Finlandia, la OTAN practicará el despliegue rápido de sus fuerzas en una zona de conflicto, realizando operaciones como una fuerza multinacional «para contrarrestar una amenaza emergente en tierra, aire y mar».
Así, la primera semana de las maniobras se centrará en el despliegue y la cooperación en varias áreas, mientras que durante la segunda semana se realizará un ejercicio de fuego real en la zona de entrenamiento de Sirgala.
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