¡Qué viva el fútbol! Qué partidazo entre dos equipos que nos han hecho estar sin pestañear durante 102 minutos. En La Cerámica se vivió un duelo para enmarcar que acabó en tablas agónicas (2-2) y que tuvo de todo: buen juego, intensidad, reacción en la recta final, golazo en el descuento, el VAR como juez, máxima tensión y, sobre todo, dos equipos que buscan entrar en la Champions y que se van a dejar la piel esta temporada por lograr su objetivo.
Cuando el Submarino Amarillo, que estuvo siempre por delante y tenía la victoria en sus manos con el 2-0 hasta el minuto 66, se vio empatado con un golazo de Ladislav Krejci en el 97′ gracias a una maravilla de volea al empalmar el central del Girona un obús imparable, la frustración y el silencio se apoderó del público local mientras los 400 aficionados catalanes desplazados, siempre alentando a su equipo, culminaban una tarde imborrable y para el recuerdo. Es la cara y la cruz del fútbol.
Los jugadores del Villarreal abandonaron el campo abatidos, con la sensación de que se les escapó un triunfo que estaba casi atado. «Nos vamos jodidos y enfadados» señalaba al término del encuentro Álex Baena, el MVP del partido con una auténtica exhibición. Los del Girona, por contra, celebraban el premio de no haber dado nunca su brazo a torcer, de no rendirse ni cuando parecía todo perdido y sentenciado. Nunca hay que dejar de creer.
El Submarino fue mejor durante 70 minutos, pero en el tramo final se vio sometido por un conjunto catalán volcado que suma un grandísimo punto que le mantiene en la pelea por la Champions.
La insistencia del Girona ya había tenido en Stuani un primer aviso cuando en el 88′ el uruguayo no fallaba tras un balón filtrado de Portu, pero el VAR decretaba el fuera de juego. Un jarro de agua fría difícil de superar. La reacción parecía una quimera pero este Girona no tira la toalla tan fácilmente.
La reacción para los de Míchel viene en el mejor momento. Es un golpe de aire fresco tras el varapalo del miércoles ante el modesto Sturm Graz en Champions y un claro síntoma de que han sabido cambiar de chip para ponerse en ‘modo Liga’, donde siguen imparables. Llegaban a La Cerámica tras encadenar tres victorias consecutivas en el torneo regular y con unos precedentes alentadores en este estadio, donde ya suman tres victorias, un empate y sólo una derrota, en la 2022-23. Y supieron mantener la buena racha con un valiosísimo empate.
Ganó el fútbol, ganó el buen juego y las ganas de Champions. Villarreal y Girona son dos equipos que hacen mejor a LaLiga.
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