El coordinador de asuntos internacionales del partido Vente Venezuela (VV) y de relaciones internacionales del comando de campaña de la tolda azul, Pedro Urruchurtu, y la jefa del comando nacional de campaña, Magallí Meda, dos de los seis miembros de que se mantienen asilados en la Embajada Argentina en Caracas desde marzo, denunciaron el sábado 30 de noviembre, en horas de la noche, que se cumplía una semana del asedio a las afueras de la residencia, protegida por Brasil desde agosto tras la expulsión de diplomáticos argentinos del país.
Urruchurtu denunció mediante una publicación en X, ”se acaba de vaciar el tanque de agua, luego de racionar la que quedaba”. Ya que el ingreso de agua potable al recinto fue bloqueado desde el 27 de noviembre, y el acceso a la electricidad fue cortado desde el 25. El activista político también indicó que se mantenía el asedio policial por presuntos funcionarios del Estado a las afueras de la residencia.
Además de Urruchurtu y Meda, se encuentran continúan asilados Omar González, jefe del Comando en Anzoátegui y secretario político de VV; Claudia Macero, coordinadora de comunicaciones de VV; Humberto Villalobos, coordinador nacional electoral de VV; y el exministro Fernando Martínez Mottola, asesor de la Plataforma Unitaria Democrática (PUD).
Forma de tortura
En entrevista para el medio argentino La Nación, la líder opositora, María Corina Machado, calificó la situación como ”una forma de tortura en territorio argentino” e insistió en que la comunidad internacional debería accionar de forma urgente para cesar el hostigamiento de los seis activistas, en especial los cuerpos diplomáticos tanto dentro como fuera de la capital.
”Yo creo que este es uno de los casos más aberrantes que ha habido en las relaciones diplomáticas de América Latina en las últimas décadas. No veo otro equivalente”. Se refirió a los cortes de agua, luz y el impedimento en muchos casos de ingresar alimentos o medicinas.
”Les impidieron todo tipo de visita, todo tipo de contacto (…) Les colocan estos individuos armados con luces asediando y generando terror no solamente a ellos, a todos a todos los vecinos. Entonces, ¿Qué más van a hacer? ¿Los van a hacer morir de hambre, les van a cortar la comida? Y esto está ocurriendo, insisto, en territorio argentino, bajo protección de Brasil, ante los ojos del mundo”, aseveró para La Nación.
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