Luego de la promulgación de la Ley de Universidades, desde 1958 cada 5 de diciembre en Venezuela se conmemora el día del profesor universitario.
Según el Observatorio de Universidades (OBU), el profesor universitario venezolano devenga el peor sueldo en América Latina, con 27 dólares al mes.
El docente universitario venezolano está incluso por debajo del cubano, que devenga $29 mensual.
La diferencia es exponencial cuando se reflejan sueldos máximos en otros países como México ($1996), Paraguay ($1870) Colombia ($1703) y Argentina ($1124).
“Junto a los colegas cubanos compartimos este penoso ranking de docentes. Son los que peor trato reciben de sus respectivos gobiernos”, manifestó Carlos Meléndez, director del OBU.
Meléndez informó que un profesor universitario con la misma dedicación, pero en el primer escalafón, percibe apenas $13 mensuales.
“La mayoría comienza a medio tiempo y devenga solo $5 mensual, todo esto devino en el empobrecimiento multidimensional de nuestros profesores, 3 de cada 10 comen menos de 3 veces al día, esto puede ser peor en la región nororiental y en Guayana, donde casi la mitad come menos de 3 veces al día”.
Meléndez aseveró que la dieta del docente universitario está compuesta básicamente por carbohidratos y, en menor medida, proteína animal y vegetal.
“Esto ha incidido en la salud, nuestros docentes son los mayores en América Latina y este envejecimiento ha sido indigno. 9 de cada 10 que tiene enfermedades crónicas (que son 6 de cada 10), no pueden acceder a medicamentos de forma regular, menos de 5% tiene acceso a la salud en sus institutos de previsión social y más de la mitad se han visto obligados a vender o intercambiar bienes para cubrir sus necesidades”, sumó.
El director de la OBU dijo además que 59% de los profesores universitarios no poseen proyecto alguno y 49% tiene cinco o más años sin poder producir un artículo científico. A los datos añade que 7 de cada 10 tienen que hacer otros trabajos para poder subsistir.
“Ser profesional universitario no es rentable para nadie, pero ser profesor universitario lo es menos”, dijo Sofía*, profesora de la Universidad Central de Venezuela (UCV).
#5Dic Celebramos el Día del profesor universitario, porque la entrega y vocación de quienes siguen educando, formado criterio y graduando profesionales se aplaude.
Aunque nunca dejaremos de alzar la voz por los profesores universitarios que han dedicado largos años a la…
— Henrique Capriles R. (@hcapriles) December 5, 2024
La vida cuesta arriba
Sofía* es profesora a tiempo convencional y aseguró que con un sueldo mínimo estancado desde hace casi 1.000 días en 130 bolívares mensuales (poco más de 2,5 dólares) y unas bonificaciones gubernamentales poco le alcanza para vivir.
“Sencillamente, uno sigue allí por amor a la universidad, por querer retribuir de alguna forma la formación que uno recibió, es una manera de resistir y no tirar la toalla. En el Día del Profesor Universitario hay que celebrar la resistencia de los profesionales que siguen formando a las generaciones de relevo a pesar de todas las dificultades que presenta un sistema colapsado”, indicó.
Para Sofía* el presupuesto asfixiante que enfrenta la UCV cada año no le permite funcionar a sus anchas.
“Eso cercena las posibilidades de investigación, los trabajos de ascenso para que los profesores puedan seguir ejerciendo la investigación no se llevan a cabo. Ahora, la UCV está pasando por un momento efectista por las reparaciones que se hicieron en infraestructuras, pero eso no soluciona la crisis de fondo”, denunció.
Humberto Rojas, profesor quien fue candidato a rector de la UCV, informó que 56% de los docentes en esa casa de estudios son jubilados.
“La situación para ellos es particularmente dramática, se han observado casos graves de desnutrición. Con un salario mínimo estacionado en 130 bolívares quiere decir que todos los beneficios que percibe un profesor están completamente mermados”, precisó.
Rojas sostuvo que las políticas del actual gobierno hacia el sector educativo han sido desacertadas y provocado una merma en cuanto a material humano: “Nuestros institutos de previsión social están yendo a menos y es particularmente difícil para aquellos que están jubilados”.
El científico aseveró que la mayoría de los profesores universitarios se ven obligados a dedicarse a otras labores para poder vivir y ello incide de manera importante en la calidad de la educación que reciben los estudiantes.
“Los ingresos no son suficientes para cubrir las necesidades básicas, incluso con los bonos que a través del Sistema Patria ha implementado el gobierno, es un salario insuficiente y, de no haber un cambio en la política hacia el sector educativo el país, continuará esta crisis. Y estamos comprometiendo el futuro desarrollo de la nación”, alertó.
Sin aguinaldos dignos
Sofía* indicó que a partir del estancamiento del salario mínimo en Venezuela las utilidades y prestaciones han sufrido un deterioro por muchos años.
“Y también con la aplicación del instructivo Onapre los ingresos de muchos profesores fueron afectados”, especifica.
La Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre) aprobó en marzo de 2022 un instructivo que, a juicio de organizaciones gremiales y sindicales, viola las escalas de los tabuladores salariales y aplana los beneficios socioeconómicos contemplados en los distintos contratos colectivos del sector público.
Carlos Meléndez, director del Observatorio de Universidades, indicó que las universidades venezolanas se encuentran en un total rezago.
“8 de cada 10 son controladas por el gobierno, las universidades autónomas han podido mantener cierta calidad, se mantienen en función de la enseñanza y el aprendizaje”.
Meléndez añadió que, aunque no obtienen mayor recompensa económica, los profesores universitarios insisten en seguir asistiendo a las casas de estudio.
“Hay profesores jubilados que pasaron a ser jubilados activos y que hoy están agradecidos con el sistema por haber incidido positivamente en sus vidas. Otros se mantienen en las aulas por la defensa de la libertad y la autonomía, también por la necesidad de orientar y dirigir a jóvenes en el país. Las universidades todavía te hacen tener un estatus que puede incidir en la obtención de un empleo”, sostuvo.
Sofia indicó que, de no contar con la ayuda de sus seres queridos, los profesores universitarios con edades avanzadas no podrían continuar.
“Es común ver a profesores pidiendo ayuda por redes sociales cuando tienen un problema de salud”, lamentó.
La profesora universitaria hizo un exhorto al gobierno para que mejore los salarios en un futuro cercano.
“No se puede naturalizar resolver las deficiencias del Estado por puro amor al arte, que es lo que hemos venido haciendo los profesores universitarios al garantizar la educación con un salario insuficiente. El Estado debe resolver el problema de los salarios y de los trabajadores, que estamos atravesando una situación de precarización laboral continuada”, concluyó.
Bajón en protestas
Meléndez indicó que según el OBU hubo una reducción en el número de protestas de docentes universitarios exigiendo mejoras salariales durante el primer semestre de 2024 en comparación con el mismo periodo del año pasado.
“A partir del 28J las protestas por derechos políticos y civiles comenzaron a aumentar a propósito de las detenciones arbitrarias y persecución a universitarios”.
Meléndez dijo que la línea discursiva del gobierno madurista hace caso omiso a las denuncias de los docentes.
“La mitad de lo que comunica el Ministerio de Educación Superior a través de sus cuentas oficiales tiene que ver con proselitismo político o con efemérides y de resto tiene que ver con universidades controladas donde la denuncia es nula debido a la línea partidista que tienen”.
*Nombre cambiado a petición de la entrevistada
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