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El acusado habría cometido el doble crimen por motivos económicos.
El asesinato de José Enrique del Río y de su esposa María Mercedes Alonso en 2022 generó conmoción en Argentina, más aún cuando las autoridades determinaron que el único acusado por el doble homicidio era su hijo, Martín del Río. La investigación en su contra entra en su etapa final.
A partir del lunes 9 de diciembre será juzgado el hombre, único imputado en la causa, por el delito de «homicidio calificado por alevosía, por el vínculo, por el uso de arma de fuego y en carácter de ‘criminis causae'», ya que habría matado a sus padres para apropiarse de sus bienes, publicaron medios locales. El proceso será por jurados y podría recibir una condena a prisión perpetua, para lo que se necesita la unanimidad de 12 votos.
Según las previsiones de la abogada del imputado, Mónica Chirivin, el juicio podría finalizar el viernes 13 de diciembre. En esos días está prevista la declaración de 28 testigos.
Móvil económico
Según los investigadores, el hecho ocurrió entre el 24 y el 25 de agosto de 2022 en la casa de las víctimas, ubicada en Vicente López, Buenos Aires (Argentina).
La primera detenida fue la empleada doméstica, María ‘Nina’ Aquino, ya que se creía había permitido que se cometiera el delito, pero días después fue sobreseída y las miradas judiciales apuntaron hacia el hijo menor de las víctimas. Este fue identificado como el ‘caminante encapuchado’ que aparecía en los videos de las cámaras de seguridad.
De acuerdo a los fiscales, el hombre entró a la casa por el garaje y ejecutó «un plan que previamente había diagramado«. De acuerdo con la reconstrucción del hecho, primero mató a su padre, que tenía 75 años, y luego a su madre, de 72. Sus cuerpos fueron hallados dentro de su automóvil.
Respecto al móvil para cometer el doble asesinato, habría sido económico. Tiempo antes del hecho, el padre le había dado 1,9 millones de dólares a su hijo para la compra de un lujoso departamento a donde el matrimonio pensaba mudarse. «Está acreditado que las víctimas tenían la falsa creencia, introducida por el encartado (Martín del Río), de que el día del hecho se mudarían», detalla el documento a través del que fue pedida la elevación a juicio.
Sin embargo, el imputado no compró la propiedad y les mentía a sus padres, ya que les decía que no podían mudarse porque los antiguos propietarios todavía no se habían ido. Esta versión la mantuvo durante los meses previos a los homicidios.
«El padre le preguntaba y siempre le decía que para la otra semana, se sentía hostigado», explicó Hugo López Carribero, abogado de Aquino, quien aseguró que el detenido «simuló un robo, los mató y de paso le echó la culpa a ‘Nina'».
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